5 de febrero de 2010

La encerrona. Eugene Izzi.

Se trata de una excelente novela policiaca, ambientada en el Chicago de fines de los años 80. Con un agradable repertorio de personajes bien construídos y una trama que en ningún momento pierde interés, nos cuenta la historia de Jimmy Capone, policía antidrogas e incorruptible, Fabe Falleti y Doral Washington,  socios y ladrones profesionales, quienes se ven envueltos en la aventura de sus vidas cuando un golpe millonario toma un giro inesperado al verse inmiscuidos en la muerte de la hermana de un importante traficante puertoriqueño y enfrentar la tentación de apropiarse, aparte del botin, de una importante cantidad de cocaína. Muy recomendable para los aficionados al género, máxime por el misterio que envuelve la muerte de su autor en 1996, ocurrida muy a la manera de sus novelas.
Comentario aparte merece la traducción. Me parece insultante que las editoriales españolas insistan en tropicalizar las traducciones de las novelas al español... para ser más claro: no importa que los personajes se muevan por la gélida e invernal Chicago o por el abrasante sol de la Florida o en la tundra escandinava, ellos hablan como madrileños: les cae la madera, trafican con farlopa, fuman pitillos, se cagan en la leche, tratan con gilipollas, echan polvos, tiran hostias, toman por culo, los negros son negratas y los latinos, sudacas.  Y  así hasta la náusea. Digo, si las editoriales (no todas, pero Ediciones B, Destino y Barataria se distinguen) pretenden que sus personajes se identifiquen con los habitantes de la península, ¿para qué rayos comercializan sus libros de este lado del Atlántico? La riqueza del español es tanta que me parece insultante que rebajen de esa manera la calidad de las ediciones. Tusquets se merece una mención honorífica por la limpieza de sus traducciones y el respeto mostrado a sus lectores no españoles.

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