15 de marzo de 2007

Un arma en casa; Nadine Gordimer

La novela "Un arma en casa", de Nadine Gordimer, es una obra estupenda. Cuando la autora fue galardonada con el Nobel 1991, se criticó que el premio fuera a dar a una escritora crítica del apartheid cuando las presiones para abolir dicho régimen eran muy fuertes. Otro Nobel políticamente orientado. Por un lado es cierto: la Academia suele dar orientación política a los premios; suele ser injusta -también. E incluso comete errores monumentales, como premiar en 2004 a la orate Elfriede Jelinek o ignorar a Arthur Miller y Vladimir Nabokov en 1974 para dárselo a dos oscuros académicos suecos, hoy condenados al olvido. Aún así, no se puede negar que la mayoría de los autores premiados son de altísimo nivel.
Por lo anterior, basta leer este libro para darse cuenta de que se está ante una escritora extraordinaria e ignorar la carga política. En la novela se cuenta la historia de Duncan Lingard, un joven arquitecto, preso por asesinar a uno de sus compañeros de casa; el relato fluye principalmente desde el punto de vista de sus padres, Claudia y Harald, quienes ven transformada su vida a partir de esta tragedia. Para colmo, la defensa de Duncan la lleva un abogado negro, Hamilton Mutsamai, recién llegado del exilio. Los hechos transcurren durante los años inmediatamente posteriores al fin del gobierno segregacionista.
Se trata de una novela intensa y profunda, donde los personajes cuestionan el ambiente liberal que ahora impera en Sudáfrica, así como su propia existencia a partir de esta experiencia extrema. Duncan apenas habla, pero se nos permite conocerlo muy bien. "De repente le pareció que toda su vida no había sido sino la preparación para este momento".
La Sra. Gordimer pasa revista a una sucesión de personajes interesantes, sin maniqueísmo alguno, quienes viven de acuerdo a sus circunstancias y reflejan en buena medida las preocupaciones sobre el rumbo de una sociedad al fin libre, pero que no sabe qué hacer con esa libertad. Claro que no voy a revelar el final, pero sí puedo decir que se trata de uno de los finales mejor construídos que he podido leer. Muy, muy recomendable.

No hay comentarios: